Llegó septiembre, la rutina, las carreras mañaneras, los almuerzos, el estrés y la ilusión de los más pequeños de la casa por volver a las aulas.
¿Cómo ha sido tu verano? ¿costero? ¿montañés? ¿casero? ¿piscinero?…. ¡¡¡no importa!!! Ha sido maravilloso poder disfrutarlo acercándonos un poco más a la normalidad, con precaución, pero disfrutando de los helados al aire libre, de las risas, de los baños largos en la piscina…
Y ahora que venimos con las pilas recargadas, empezamos la rutina escolar y profesional, realizando malabares con el tiempo y la atención para que todos estemos bien. Pero… ¿has pensado que tu hogar también necesita cuidados?
¿Habrán desaparecido las humedades a la vuelta de vacaciones?
Durante las semanas que pasamos fuera de nuestra casa la desconexión suele ser total, e intentamos alejarnos de los problemas que se nos presentan en el día a día. Pero es probable que a la vuelta esos mismos problemas sigan si no les hemos puesto solución en su momento. Es el caso de las humedades en el interior del hogar.
Las manchas de humedad necesitan una solución profesional y no van a desaparecer por sí solas. Aunque optemos por ventilar toda la casa y las manchas disminuyan, llegando a secarse por el calor de esta época del año, el problema sigue ahí, escondido detrás de las paredes y esperando a salir de nuevo.
¿Cómo puedo prevenir la humedad para este otoño?
Revisa las zonas que cada año se “tiñen” de moho, salitre o agua. A continuación, refrescamos tu memoria con imágenes, para que determines a qué grupo puede pertenecer:
- CAPILARIDAD: Es un remonte del agua del subsuelo que se incrementa con la subida del nivel freático, pocerías, fluviales bajo la cimentación, etc.
- FILTRACIONES: Existen dos tipos:
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- Las procedentes de terrenos colindantes con los muros de la vivienda (especialmente en zonas semisoterradas).
- Las procedentes del tejado por deterioro de materiales impermeabilizantes (tejas, cubiertas, etc).
- CONDENSACION: Desaparece más rápido con el calor y la ventilación continuada del verano, pero es la más veloz en propagarse cuando se incrementa el uso de la vivienda, se reduce la ventilación natural y se genera más diferencia térmica entre el interior y exterior. Suele aparecer en los puntos más fríos del hogar (esquinas de techo con pared, rocío en las ventanas, armarios empotrados, etc).
Todo tipo de humedad es “reincidente” si no se erradica desde el foco que lo genera. Evita malgastar tu tiempo y tu dinero cambiando suelos abombados, pintando cada verano la casa, poniendo frisos, etc.
Diagnóstico correcto, tratamiento adecuado.
Ponte en marcha y no dejes pasar ni un minuto más. Cada día las humedades crecen, si no las solucionamos avanzarán y afectarán de manera más severa a la estructura de nuestra casa, los muebles, la ropa, etc, poniendo en peligro nuestra estancia. Para evitar un alcance a este nivel, lo más recomendable es informarte cuanto antes de la situación a los profesionales especializados en la erradicación de las humedades.
Solicita tu diagnóstico gratuito, y sal de dudas. Confía en las garantías a largo plazo, siempre viables por el conocimiento de los materiales a trabajar y de la profesionalidad de un gran equipo.