La llegada del frío y la lluvia, los cambios de climatología siempre viene acompañada de las incómodas humedades.
Los meses de otoño e invierno son los más temidos. Las humedades son un auténtico quebradero de cabeza.
La actual climatología y falta de precipitaciones hace que nos olvidemos parcialmente del problema durante unos meses. Hoy, como consecuencia del cambio climático que está sufriendo todo el planeta, las lluvias son muy virulentas.
Estas trombas de agua provocan graves inundaciones. Como consecuencia de estas violentas precipitaciones, nuestras casas se ven sorprendidas por una acumulación de lluvia fuera de lo normal. El suelo y la tierra no son capaces de absorber tal cantidad de agua. Con el paso del tiempo, aquellas casas que tienen plantas subterráneas o garajes, ven cómo la humedad aparece en el interior de su vivienda.
Este tipo de patología se conoce como humedad por filtración y/o capilaridad. Es la única que tiene su origen en factores externos como las lluvias o la acumulación de agua en el terreno.
Aquellas construcciones cuyas paredes están parcial o totalmente enterradas, son muy propensas a sufrir filtraciones. La presión negativa que ejerce el agua buscando grietas y puntos débiles de la estructura de la casa por la que filtrarse al interior.
La causa más probable de la aparición de filtraciones de agua es porque el terreno no dispone de un buen drenaje. O bien las paredes no están impermeabilizadas en el momento de la construcción y tienen grietas por donde se filtra el agua. Aunque también es probable que las grietas aparezcan por la presión que ejerce esa agua acumulada. Busca salida a través de los muros de la vivienda, o por el deterioro de los elementos de construcción.
Sin duda este tipo de humedad es de las más dañinas para la casa. No solo afecta a la estética de paredes y muros, sino que ataca a su estructura. El exceso de agua debilita los materiales y pone en peligro la integridad del edificio.
Llegar a tiempo cuando nos encontramos un problema de estas características es de vital importancia. Por eso, en el momento que veamos humedades hay que ponerse en manos profesionales. Desde Humetek recomendamos nuestros tratamientos porque son definitivos. Rápidos, al no precisar de grandes obras. Y económicos, al atajar el problema de raíz sin necesidad de nuevas reparaciones en el futuro, que supongan más desembolso a la economía familiar.
