Puertollano, provincia de Ciudad Real, con su más de 46mil habitantes, es un lugar que invita al descanso. Su conexión ferroviaria con trenes de corta y larga distancia, ha fomentado el turismo en sus tierras, así como los desplazamientos por la geografía de nuestro país.
¿Qué le sucedió a la estación?
El paso del tiempo dejó ver los excesos de una construcción errónea, por lo que los responsables se pusieron en contacto con Humetek para diagnosticar el problema que sufrían. En su petición nos indicaron: “Se aprecia un grave problema de humedades en la fachada principal. Se puede ver cómo los muros de ladrillo tienen importantes manchas de salitre como consecuencia de ese exceso de humedad. Parece humedad por capilaridad que afecta a la fachada principal de la instalación.
La estación de tren es un espacio donde a diario pasan centenares de personas y que debe contar con las mejores condiciones de calidad y mantenimiento. En espacios públicos como éste, con gran afluencia de gente, debemos prestar atención al aspecto físico de las instalaciones, y que las mismas no supongan un peligro para los viajeros. Viendo que pasan los meses y el problema va a más, los responsables de la estación nos ponemos en contacto con ustedes para solicitarles asesoramiento y ayuda profesionales”.
¿Qué soluciones aportó Humetek?
Humetek, en respuesta, organizó los desplazamientos necesarios para verificar la patología de capilaridad que los responsables de la estación pensaban que existía.
Tras realizar un diagnóstico personalizado, se confirmó que los muros de carga exteriores y zonas comunes estaban contaminados por humedad freática, es decir, capilaridad, dejando un rastro de salitre en su evaporación.
Acto seguido, nuestros técnicos determinaron cuál sería el tratamiento más adecuado para este caso. Tras un cepillado previo del ladrillo y un tratamiento de resinas acuorreactivas en la base de toda la estación, se logró contener esa subida por remonte capilar del agua, aislando los muros completamente.
Después de un periodo de secado, y tras haberse hidrofugado las fachadas para evitar el agua de lluvia, se verificó que había recobrado el estado óptimo que merece una estación que recoge tantos pasajeros durante el día a día.
Hoy, es una de las mejores estaciones de tren de Castilla la Mancha.