Una humedad aparece por un exceso de cantidad de vapor de agua contenido en el aire. Por tanto, controlar este parámetro resulta esencial para conseguir un ambiente de bienestar en el interior de la vivienda. Es importante mantener la humedad relativa en el interior entre el 30% y el 60%.
Cuando la humedad relativa es demasiado alta se facilita la proliferación de microorganismos que pueden derivar en afecciones respiratorias. También es importante ventilar bien la vivienda para evitar la aparición de humedades por condensación en paredes y techos ya que la renovación de aire es importante para una correcta habitabilidad.