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La humedad más favorable en el interior de una vivienda debe oscilar entre el 30% y el 60%. Todo dependerá de la temperatura exterior. Cuanto más calor haya en el exterior más humedad en el interior y, al contrario, cuanto más frío haga fuera, menos humedad debe haber en la casa. Un ambiente demasiado seco o excesivamente húmedo, puede desencadenar alteraciones en el sistema respiratorio.

Estas humedades se producen por exceso de vapor de agua en el interior de la vivienda, especialmente, en los lugares más fríos de la casa. Para eliminar este tipo de humedades, hay que verificar las causas y factores que originaron la condensación y así poder neutralizarlas. Lo más habitual es la instalación de un sistema de tratamiento del aire desde el interior de la vivienda. Consulta a uno de nuestros expertos y resuelve tus dudas al respecto.

La condensación se caracteriza por la aparición de moho negro en las zonas más frías de techos y esquinas con pared. Igualmente, puede darse en las zonas bajas de las ventanas a causa del rocío continuado de las mismas, en el interior de armarios situados en paredes frías y/o en la ropa y calzado almacenados en estos lugares. A ello, le añadimos un olor desagradable y muy puntual, que identificaremos rápidamente.

La época de mayor aparición, es cuando la temperatura entre el interior y exterior de la vivienda es muy brusca, como el otoño y el comienzo de la primavera, pues se usan las calefacciones para solventar el frío interior y se aumenta esta diferencia.

Una medida muy efectiva pero no agradable, es ventilar mucho la vivienda, aunque fuera haga mucho frío. En sitios sin ventilación como los cuartos de baño, se recomienda la instalación de un extractor de aire. La calefacción es recomendable mantenerla entre 21- 22 ºC, para evitar tanta diferencia de temperatura entre el interior y el exterior.

Otra práctica a soslayar, es colocar ropa húmeda sobre los radiadores y/o el tendedero con ropa mojada. Cuando se cocine, hay que utilizar siempre la campana extractora para evitar que el vapor se adhiera al techo, a las paredes de la cocina o se reparta por otras estancias de la vivienda. La solución más acertada es contactar con una empresa especializada en este tipo de humedades, y que nos asesoren de una manera más técnica.

En primer lugar, hay que detectar el origen de entrada del agua. Valorar si es un deterioro de los materiales de impermeabilización originales, o está causado por la falta de los mismos. Las filtraciones se diferencian de la capilaridad, porque pueden aparecer en cualquier punto de un muro soterrado que colinde con terreno, o que, sobre el mismo, tenga espacios o zonas comunes ajardinadas o sin impermeabilizar.

Cuando detectamos los primeros síntomas de una humedad en la pared, el primer paso es saber cuál es la causa que lo originó. Contactar con profesionales expertos en humedades como Grupo Humetek, le ayudará a resolver esta incógnita. Solicite la visita gratuita de un técnico a su vivienda, para que examine la humedad e investigue el motivo de su aparición.

Los principales síntomas de una humedad por capilaridad pueden ser pequeños charcos en el suelo (o incluso pequeñas inundaciones) debido al remonte del nivel freático, salitre en las paredes, daños en muebles o el sistema eléctrico de la habitación afectada, sensación de frío y humedad o deterioro en los principales elementos de construcción, como puede ser el enfoscado de la pared o la pintura.

La principal causa de este tipo de humedad es por una impermeabilización deficiente. Las zonas donde se suelen dar son las siguientes:

  • Azoteas
  • Juntas de dilatación
  • Cubiertas
  • Zonas soterradas o semisoterradas (garajes, trasteros, etc)

Las fisuras y roturas, junto con la degradación de las impermeabilizaciones por el paso del tiempo, son las causas más frecuentes de filtración de agua al interior del edificio.

Partiendo de nuestro lema “Un tratamiento adecuado comienza por un diagnóstico correcto”, confirmamos que cada vivienda, local, sótano, negocio… es un mundo, y, por consiguiente, deben valorarse todos los factores constructivos necesarios para ofrecer la solución más acertada.

Al igual que los alimentos, la ropa y otros productos que consumimos a diario, lo materiales empleados en la rehabilitación y la construcción, sufren subidas y bajadas de precios, por lo que no hay un precio estimado concreto que se pueda ofrecer.

Aconsejamos solicites varios presupuestos del sector de las humedades, compares y selecciones el que más confianza te deposite.

En Humetek ofrecemos compromiso, honestidad, profesionalidad y atención personalizada.

Ahora eres tú el que decide.

El contacto continuado con el moho y las partículas ambientales provenientes de la humedad, provocan secreción de mucosidad, congestión nasal, estornudos y picor en las vías aéreas, además de dificultar el sueño y la capacidad de concentración.

Igualmente, fomentan enfermedades respiratorias (asma, bronquitis, etc) e impulsan el crecimiento acelerado de afecciones dérmicas (eccemas, dermatitis, etc).

La exposición prolongada a la humedad y el moho, también puede ser la causa de vómitos reiterados y malas digestiones, ya que se componen de bacterias que absorbemos a través de la inspiración, y muchas personas no son capaces de tolerarlas cuando llegan al estómago.

Normalmente, en las comunidades de propietarios, si el origen de las humedades se produce por una mala impermeabilidad del edificio o defecto en la construcción, el seguro de la comunidad (de estar cubierto en la póliza) será el encargado de arreglar la humedad y reparar los daños. En los casos de humedades provocados por roturas de tuberías u otros fallos en la impermeabilización de la vivienda, el seguro del propietario implicado será el encargado de arreglar la avería y reparar los daños al otro propietario.

Podemos clasificar las humedades de la siguiente manera:

  • Humedades por instalaciones: las que se originan por la rotura de tuberías, pocerías, canalones, etc.
  • Humedades por filtración: las que tienen su origen en los muros que colindan con el terreno, al encontrarse parte de la edificación bajo tierra.
  • Humedades por capilaridad: las que penetran en la vivienda ascendiendo a través de los pilares, cimientos, muros y/o tabiques.
  • Humedades por condensación: se produce cuando el aire cargado de humedad se transforma en líquido y se posa en las superficies más frías de una estancia.

Si notas olores no habituales, aparecen manchas en la pared, en los techos y en las zonas bajas de los muros; rocío en los cristales, desconchones de pintura, salitre o pelusas blancas, lo más probable es que tengas humedad en el hogar. Si quieres estar seguro, puedes medir la humedad con un higrómetro digital. La humedad relativa por encima del 65% se considera elevada, y si está por debajo del 25% también provoca cierta incomodidad. Por tanto, los baremos más recomendables de humedad están entre el 30% y el 60%.

Hay muchas causas que originan las humedades. Entre ellas podemos destacar las siguientes:

  • Condensación: exceso de enseres en el interior de la vivienda, ropa húmeda, falta de ventilación, temperatura de calefacción muy alta, habitabilidad numerosa, etc. En general, elaboración masiva de vapores (duchas, cocina, lavados, etc), es la causante de la condensación.
  • Capilaridad y/o filtraciones: deterioro de sistemas de impermeabilización iniciales o ausencia de los mismos. El remonte capilar se ve incrementado por la subida del nivel freático y afecta en un 90% a las plantas bajas de los edificios, aunque a veces, están semi-soterradas.

Las filtraciones suelen darse en zonas soterradas, y pueden derivar en vías de agua por el agrietamiento puntual del muro al que afectan, llegando a filtrar desde el techo (por ejemplo: garajes comunitarios).

Sin duda, un diagnóstico elaborado por un profesional del sector, será la clave para conocer el foco que provoca la humedad y la solución más efectiva para erradicarla. Recuerda que la aparición de manchas, mal olor, desconchones y zonas húmedas y negras en los muros o techos de tu vivienda, son factores que nos indican que algo no marcha bien.

En primer lugar, debemos saber cuál es el origen de la humedad, y determinar si pertenece a la propiedad horizontal, es decir, a todos aquellos elementos que impliquen el soporte del edificio.

Todas las gestiones deben realizarse a través de un administrador, quien se encargará de solicitar los presupuestos oportunos, y de presentarlos en junta para su votación.

Las zonas comunes (portal, patio, sótanos, parking, etc), son las que afectan a esta propiedad horizontal, pero es aconsejable que el seguro de la comunidad y /o del afectado/a lo confirme para proceder correctamente.

Si la comunidad es responsable de los daños, está obligada a repararlos y, si no lo hace, se pueden imputar daños y perjuicios derivados de su inacción en la reparación.

Grupo Humetek ofrece un servicio de asesoramiento en esta gestión, para reparar con las garantías oportunas en la erradicación de las humedades.

Como hemos explicado en otras preguntas curiosas, la humedad es el agua que puede ascender del subsuelo (capilaridad), desde un terreno (filtración) o generase por la acumulación de vapor (condensación).

En algunas ocasiones, el deterioro de los elementos constructivos, así como la ausencia de los mismos, son el mayor causante de las humedades por capilaridad y filtración. En cambio, la condensación se genera por otras condiciones atmosféricas que nos impulsan a generar un cambio drástico entre la temperatura interior y exterior de una vivienda.

Estas recomendaciones pueden evitar la aparición de humedades en casa:

  • Ventilar la vivienda a diario para renovar el aire interior cargado de humedad, por la propia habitabilidad de la vivienda.
  • Siempre utilizar en las paredes de casa, pinturas y otros productos transpirables.
  • Utilizar productos antimoho y fungicidas (lejía), para controlar la expansión del moho hasta solucionar el problema de la mano de en experto.
  • Utilizar un extractor de aire en el baño para eliminar la humedad que aparece por el vapor del agua caliente.
  • Cuando se cocina, encender la campana extractora y mantener las ventanas cerradas, ya que de esta manera solo absorberá el aire interior.

Lo más importante es detectar el origen de la humedad que ha provocado la aparición del moho en muros y paredes. Para ello, se recomienda contratar a profesionales especializados en humedades. Una vez se haya detectado el tipo de humedad, el técnico que te haya atendido, debe orientarte sobre el tipo de moho y la manera en la que se trata y/o limpia.

Todo dependerá del tipo de humedad, su intensidad y la zona de la casa afectada. En general, la aplicación del tratamiento suele durar desde 1 a 5 días de media, pero la casuística de la vivienda, así como el número de metros afectados, serán la clave para definir estos tiempos.

Partiendo de la certeza de que una humedad no da la cara de un día para otro, sino que tarda un tiempo, podemos confirmar que los daños que provoca en la estructura de la vivienda son silenciosos, abrasivos y continuados. Son muchas las consecuencias de una humedad: daños estéticos, deterioro de la calidad del aire en el interior de la casa, fomento de problemas de salud y agravamiento de la inseguridad estructural (grietas, fisuras, etc.)

La humedad relativa es el grado de vapor de agua que contiene el aire de una estancia. El ambiente ideal es aquel que tiene una humedad relativa entre el 30% y el 60%. Si se supera este límite, el ambiente comienza a ser propicio para la aparición de humedades y el desarrollo de microorganismos, como el moho o los ácaros, que son muy perjudiciales para la salud. También pueden aparecer humedades por capilaridad o por filtraciones, que a su vez derivan en condensación, ya que aportan una mayor humedad relativa al aire de la vivienda. Estas humedades deben ser tratadas por profesionales expertos.

Hay algunos síntomas estéticos que nos pueden dar una pista de la causa de la humedad. Por ejemplo, si ves manchas a nivel del suelo o a media altura de la pared, lo más seguro es que la humedad sea capilaridad. En el caso de existirsombras en las zonas altas de las paredes y techos, lo más probable es que sean por condensación o filtración. Pero para llegar a esa conclusión, un profesional ha tenido que descartar otras posibles causas como las fugas en instalaciones, roturas, sellamientos, etc.

El problema de salud no está relacionado con la humedad en sí, sino con los microorganismos que pueden aparecer en las superficies húmedas y en el aire, cuando la humedad relativa es superior al 60%. La exposición continuada a la humedad y al moho pueden provocar afecciones respiratorias como bronquitis, rinitis, NH (neumonitis por hipersensibilidad), alergias, etc. Además, también aumenta en un 50% la tos y en un 50% las enfermedades asmáticas.

La humedad por capilaridad es una de las más complejas, ya que proviene de la transmisión de las aguas subterráneas que se filtran por la estructura del edificio y terminan penetrando en el interior de las viviendas. Pueden aparecer en suelo y pared, y ascender desde el rodapié hasta media altura del muro. Un profesional cualificado investigará su origen y encontrará la mejor solución tecnológica para su erradicación completa.

Primero debe hacerse un diagnóstico por un experto que confirme esta situación, y que informe al propietario/a de la vivienda (esté o no alquilada). A continuación, pueden darse dos situaciones:

  • 1- La mala habitabilidad y uso de la vivienda es la que provoca la humedad por condensación (falta de ventilación, tender dentro de las estancias, uso excesivo de vapores como la cocina, descomunal número de personas residiendo, etc)
  • 2- La fachada y otros elementos exteriores están muy deteriorados o porosos, y eso incrementa la humedad en el interior de la vivienda.

En el primer caso, el problema debe asumirlo la propiedad de la vivienda, y acordar con los arrendatarios un correcto uso de la misma y la instalación de un sistema de ventilación por insuflación. La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) indica que las obras de conservación o mantenimiento de la vivienda corren a cargo del propietario, pero si se hace un mal uso de la misma, deberá pagar el inquilino los gastos.

En el segundo caso, lo más correcto es valorar con la comunidad las necesidades de restauración del edificio, y emplear las revisiones de la ITE para mejorar esta situación. Una vez solventadas, especialmente en los edificios más antiguos, no se garantiza la necesidad de instalar un sistema de ventilación por insuflación.

Si tienes problemas de humedades en tu vivienda o negocio, puedes contactarnos a través de un formulario web, un correo electrónico o una llamada. Tomaremos nota de tus datos, asignaremos tu petición al técnico especializado más próximo a la dirección ofrecida, y, en un plazo máximo de 48horas (descartando la época estival), contactarán contigo para cerrar una visita a tu domicilio. Nuestro técnico acudirá a tu casa y llevará a cabo las revisiones necesarias para detectar el origen de la humedad y definir el mejor tratamiento para erradicar la humedad definitivamente. Acto seguido, recibirás un presupuesto con toda esta información y los datos de contacto de tu técnico. Y TODO ELLO GRATIS, SIN COSTE NI COMPROMISO. Después, puedes realizar las preguntas técnicas que precises, y valoramos las visitas que sean necesarias.

En Grupo Humetek llevamos más de 17 años eliminando humedades de todo tipo y disponemos de la tecnología más innovadora para garantizar todos nuestros trabajos. Nuestros clientes son nuestro mejor aval. Su confianza nos permite ofrecer garantías de hasta 30 años. Sea cual sea el origen de la humedad, en Grupo Humetek te damos la solución perfecta para que no vuelva a aparecer, con todas las garantías.

Lo más importante es detectar el origen de la humedad que puede ser por filtración, capilaridad o condensación, ya que, si intentamos pintar encima, la mancha volverá a aparecer. En estos casos, contactar con una empresa especializada en el sector, como Grupo Humetek, te garantiza la aplicación de un tratamiento con una efectividad del 100%.

Todas las humedades que afecten a la propiedad horizontal, es decir, a la estructura y seguridad del edificio, son competencia de la comunidad de propietarios. Para ello, aconsejamos solicitar un diagnóstico y presentarlo en junta a la vecindad. Si eres inquilino, el proceso debe hacerse de forma similar, pero a través de la propiedad. Para más información, puedes leer nuestro artículo «Humedad vertical vs. Humedad horizontal»

Hay varios factores que influyen directamente en la aparición de humedades, los más importantes son el deterioro de los materiales de construcción y la falta o ausencia de un sistema de impermeabilización correcto.

Cualquiera de estas situaciones, puede provocar que al agua entre en su vivienda a través de los vasos capilares (remonte del subsuelo), a través de los muros (filtraciones laterales) o por condensación (humedad ambiental).

Una vez que se ha eliminado la causa de la humedad por parte de un profesional, y sabemos con certeza que no va a volver a aparecer, llega el momento de limpiar la humedad y el moho. Es importante proteger las superficies cercanas a los productos químicos que se van a utilizar (muebles, el suelo, etc. ). Una vez aplicados los productos adecuados para limpiar la pared, hay que dejarlos actuar como mínimo 30 minutos, después se aclara con una bayeta humedecida y finalmente se seca bien la pared. EL uso de lejía nos ofrecerá resultados esperados y nos ayudará a economizar el bolsillo.

La base de un tratamiento efectivo, es un diagnóstico correcto. La valoración de un técnico especializado de Grupo Humetek, le ayudará a entender el foco de la humedad causada por una ascensión de agua proveniente del subsuelo. Estimar factores estructurales de la propia vivienda y de sus alrededores (construcciones adosadas, semisoterradas, casas independientes, casas en desnivel constructivo, etc), nos darán la orientación inicial que se precisa para elaborar ese diagnóstico acertado.

En principio no, salvo que se solicite incluir antes de producirse este problema en sus coberturas. Normalmente, si se trata del seguro de la comunidad de propietarios, debería incluir esta contingencia. En cualquier caso, si corresponde el arreglo a la propiedad horizontal, el administrador de la finca puede solicitar alguna de las subvenciones que estén vigentes en el momento de la obra, y así abaratar costes para los vecinos.

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