Las viviendas baratas pueden tener graves problemas de humedad
Muchas veces, a la hora de adquirir una nueva vivienda, prestamos tanta atención a la repercusión que tendrá en nuestros bolsillos que anteponemos el precio final a todo lo demás.
Sin embargo, esta falta de atención al resto de factores, puede ocasionarnos cuantiosos gastos en el futuro. De este modo, aprovechando que las calidades de las construcciones de bajo coste no son las mejores, las humedades tienden a ser de las primeras imperfecciones que aparecen.
¿Por qué sucede esto?
Normalmente, las calidades de los materiales y de las estructuras de las viviendas van en consonancia con su precio. Por ello, es más fácil que el moho, el mal olor, el salitre, entre otros, aparezcan en casas de menor precio y que no están preparadas para soportar sus ataques.
En la mayoría de los casos todo comienza por la estructura. Sin cimentación, el agua consigue filtrarse, especialmente en épocas de lluvia o en zonas donde existieron antiguas vías de agua (ríos, manantiales, etc).
La humedad va ascendiendo hasta propagarse por todas las paredes del hogar, deteriorando a su paso la resistencia de los muros de carga. Este fenómeno se considera capilaridad, y puede verse incrementado por filtraciones laterales, que se dan cuando existe un desnivel de terreno en la edificación, por ejemplo, cuando las zapatas que lo sustentan se entierran unos centímetros bajo tierra.
Igualmente, las filtraciones pueden ocasionarse por falta de drenajes, deterioro ó inexistencia de telas asfálticas, o ausencia de otros materiales que se deberían haber considerado en la construcción inicial.
No basarse solo en el precio
Está claro que no vamos a arruinarnos para adquirir nuestro hogar, pero debemos atender a diversos factores más allá del dinero a la hora de elegir. Prestar atención en el momento de tomar una decisión a elementos del tipo de las calidades de la vivienda, la eficiencia energética, o la ausencia de desperfectos, como las humedades, puede suponerle a nuestro bolsillo un ahorro importante en el futuro. Recordemos el dicho, “¡lo barato puede salirte muy caro!”.
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